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Aún enterrado no está;
la viuda casarse quiere:¡ desdichado del que muere
si a paraíso no va!
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Todo es riqueza y gustos poderosos,
pues no tienen razón los cortesanos,
porque ahora se quejan de viciosos.
(Diego de Torres Villaroel)
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Dicen que me case yo:
no quiero marido, no.
(Gil Vicente)
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¡Oh vida miserable y trabajadosa
a tantas desventuras sometida!¡ Prosperidad humana y sospechosa
pues nunca hubo ninguna sin caída!¿Qué cosa habrá tan dulce y tan sabrosa
que no sea amarga al cabo y desabrida?
No hay gusto, no hay placer sin su descuento,
que dejo del deleite es el tormento.
(Alonso de Ercilla)
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Ebro, Miño, Duero, Tajo,
Guadiana y Guadalquivir,
ríos de España, ¡qué trabajo
irse a la mar a morir!
(Miguel de Unamuno)
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Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
(Rafael Alberti)
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Hay de mi alegre sierra
sobre las lomas
unas casitas blancas
como palomas.
(Antonio Fernández Grilo)
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Segovia transparente a su alta pena
detrás del Acueducto, pensativa,
y en el hondo fluir del agua viva
el Eresma mortal se desalmena.
(Leopoldo Panero)
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Por estas selvas amenas
al son de arroyos sonoros
cantan las aves a coros
de celos y amor las penas.
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¡Primavera soriana, primavera
humilde, como el sueño de un bendito,
de un pobre caminante que durmiera
de cansancio en un páramo infinito!
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Mester traigo fermoso, non es de joglaría;
mester es sin pecado, ca es de clereçía;
fablar curso rimado por la cuaderna vía,
a sílabas cuntadas, ca es grant maestría.
(Anónimo, Mester de Clerecía)
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De los cuatro muleros
que van al agua,
el de la mula torda,
me roba el alma.
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Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y riberas.
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¿Es verdad lo que ver creo?¿Fue un ensueño lo que vi
en mi loco devaneo?¿Fue verdad lo que fingí?¿Es mentira lo que veo?
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Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
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La princesa está triste... ¿qué tendrá la [princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el [color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
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Un monte era de miembros eminente
este que -de Neptuno hijo fiero-
de un ojo ilustra el orbe de su frente,émulo casi del mayor lucero;
cíclope a quien el pino más valiente
bastón le obedecía tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado.
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Admirose un portugués
al ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
Arte diabólico es,
dijo, torciendo el mostacho,
que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal,
llega a viejo y lo hace mal,
y aquí lo parla un muchacho.