Adjetivos en Esta mañana, de Mario Benedetti

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© José Hernández


Pulsa sobre cada adjetivo que aparece en el texto de Mario Benedetti.


Lo han arrojado del sueño con la piel , los ojos desmesuradarnente a la luz que aletarga el cuarto. Puede reconocerse, sin embargo, nombrarse en voz. No bien dice «Jorge», retrocede el hechizo. Entonces le es dado adivinar relativamente lejos su pie sosteniendo la sábana, y, más cerca, su mano , , aún, sobre el pecho, junto a La estancia , de Morgan, en la página . Cuando la mano, la derecha, vuelve a tomar el libro entre sus dedos -el pulgar entre las hojas como otro lector- Jorge prueba a leer: «Se lo dije porque las palabras estaban de vida para mí. ¿No ha escrito usted nunca una carta sin la intención de mandarla, y la ha puesto en un sobre sin la intención de mandarla, y ha salido con ella... todavía sin el propósito de enviarla; y entonces ha oído cómo caía en el buzón?» Sí, esto puede entenderse. Él sabe por qué se ha detenido allí y aceptado el tema. Además, se conoce y , lo suficiente como para aplazar hasta hoy, si no la interpretación, al menos la continuación de anhelo de la víspera.

Mario Benedetti, Esta mañana