¿Está la acentuación vista para sentencia (de muerte)? (Primera parte)
Con demasiada frecuencia asistimos a ejemplos a no seguir en el uso de la gramática y la ortografía en los medios de comunicación que, paradójicamente, han de marcar el nivel estándar de la lengua. Más allá de los constantes debates sobre el perjuicio o beneficio que causan los dispositivos móviles a la corrección del lenguaje está el modo en el que los usuarios emplean la lengua en sus conversaciones esporádicas. En ellas, no se suele regir una corrección automática, puesto que impera la velocidad a la revisión estilística y ortográfica. El problema viene dado cuando estos errores gramaticales se suceden en los medios de comunicación que siempre se han caracterizado por un comedido uso de la lengua.
Murieron 6 personas y una suegra. pic.twitter.com/7gqRMhtEb9
— Sebastián Iñurrieta (@sinurrieta) 6 de febrero de 2017
Es grave presenciar cómo los topónimos se escriben con escandalosas faltas de ortografía, como en la imagen, en la que se muestra el topónimo Valladolid escrito con «y», ¿nadie revisó ese texto?. En el vídeo posterior, ¿estarán en pie de guerra los segovianos (con v) por la falta clamorosa con su gentilicio mal redactado?
Lo que opinan es que os deberían regalar un diccionario #Segobianos #mvtarde #LaSexta pic.twitter.com/VQXjGDwcnt
— Diego Perez (@titodinerito) 29 de diciembre de 2015
La confusión de preposiciones con formas verbales compuestas, algo que se reclama al alumnado escolarizado, también sucede en informativos de ámbito nacional:
En otras ocasiones, es el lenguaje publicitario el que alimenta este debate. Ante la libertad de creatividad, bien por la utilización de recursos literarios y lingüísticos, bien por la búsqueda de un impacto en la sociedad, parece no haber un control ortográfico en la producción de lemas y leyendas que busquen la atención del público. Lamentablemente, no llaman la atención a la corrección ortográfica:
En otro post analizaremos el uso del lenguaje en Twitter a cargo de los políticos, quienes son (o tendrían que ser) ejemplo porque son referencias informativas en las redes sociales. En la mayoría de los casos, los usuarios borran o vuelven a publicar tras su eliminación estos mensajes:
Si la Real Academia vigila el buen uso del castellano, podemos pensar que esta revisión es pasiva, puesto que no existe (ni se contempla) una política lingüística que vigile por el uso correcto de la lengua en los medios de comunicación. ¿Qué ocurriría si existiera una penalización por errores ortográficos en los medios de comunicación? Seguramente, se le daría al buen uso de la lengua la importancia que, a día de hoy, se está perdiendo.