El Realismo

MARCO HISTÓRICO

1833-1868: Reinado de Isabel II. Alternancia en el gobierno de moderados y progresistas. Guerras carlistas, entre los partidarios de Carlos María Isidro (hermano de Fernando VII) y los de Isabel II.
1868: La Gloriosa, revolución liberal que lleva a Isabel II al exilio.
1869-1875: Sexenio revolucionario.
1871-1873: Reinado de Amadeo I de Saboya.
1873-1874: I República.
1875-1885: Restauración borbónica. Reinado de Alfonso XII. Bipartidismo entre conservadores y liberales.
1898: Pérdida de las últimas colonias de ultramar: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

MARCO SOCIAL Y CULTURAL

En Europa van teniendo gran importancia la industrialización y los movimientos obreros, asociados a ella. España los incorpora lentamente. El poder económico reside fundamentalmente en la burguesía, apegada a la realidad del momento (rompe con los ideales del Romanticismo). Crecimiento de la banca, la industria y el comercio. Triunfo de las ideas positivistas, dando importancia a todo lo que procede de la experiencia y la observación. Junto a los avances científicos, se dan numerosos avances técnicos (fotografía, teléfono, telégrafo, máquina de vapor…).

EL REALISMO Y EL NATURALISMO

Son las dos corrientes literarias fundamentales de la segunda mitad del siglo XIX. Surgen para reflejar la realidad tal como es, como una reacción contra la estética romántica y sus excesos. Utilizan especialmente la novela, por su gran extensión y permitir reflejar múltiples facetas de la sociedad (historias, caracteres, ideas…).

Realismo:

Se interesa por la realidad externa, frente a la exhibición de la intimidad del autor del Romanticismo. El autor habla de lo que le rodea, y no de sí mismo, observando todo meticulosamente e intentando dar una referencia objetiva de eso. La atención se centra en lo próximo y fácilmente observable más que en lo lejano y exótico. Se tiende a hablar de escenas de la vida cotidiana y de temas económicos, sociales e ideológicos del momento.
Se utiliza una expresión sobria y precisa, cediendo la intención estética frente al propósito docente.
Frente al idealismo y apasionamiento romántico, el autor se caracteriza por un espíritu sensato, moderado y práctico, es decir, burgués.
Los personajes están sacados de la vida de la época (descripciones minuciosas, físicas y psíquicas). Usan un lenguaje adecuado a cada uno, mezclando lo culto y lo vulgar, con giros coloquiales, muletillas… Se relaciona la vida privada de los personajes con la vida pública en la que se desenvuelven, cercana al escritor y al lector.
Los escenarios son cercanos y reconocibles por el lector (calles, casas y paisajes próximos y reales).
El narrador es omnisciente: conoce perfectamente el ambiente, a los personajes y valora y emite juicios sobre ellos o los hechos. Se plantean posturas ideológicas y reflexiones sobre los valores morales de la sociedad.

Naturalismo:

Surge hacia 1870, derivado del Realismo, pero con algunos elementos nuevos.
Su autor más significativo es Émile Zola.
Aparece marcado por el determinismo positivista: los hechos psíquicos que obedecen a leyes tan inexorables como los fenómenos físicos.
Se escogen ambientes de degeneración y miseria y personajes marginales para mostrar los instintos más brutales y primarios del hombre y la opresión ejercida sobre los humildes por una sociedad injusta. En consecuencia, asume un compromiso social y político frente al egoísmo de la poderosa clase burguesa.

Autores realistas más detacados:

Inglaterra: Charles Dickens: Oliver Twist, David Copperfield, Papeles del Club Pickwick.

Francia: Honoré de Balzac: La comedia humana. Gustave Flaubert: Madame Bovary. Stendhal: Rojo y negro, La cartuja de Parma. Victor Hugo: Nuestra Señora de París, Los miserables. Émile Zola (Naturalismo): Germinal.

Rusia: Lev N. Tolstoi: Guerra y paz, Ana Karenina. Fiodor M. Dostoievski: Crimen y castigo, Los hermanos Karamázov, El jugador, El idiota.


EL REALISMO EN ESPAÑA


Por encima de los demás géneros, utiliza la novela, por considerarla el vehículo más adecuado para reflejar la sociedad y la realidad. Comienza con la aparición, en 1868, de La fontana de oro, de Pérez Galdós. Hay varias tendencias dentro del realismo, según los aspectos de la realidad que reflejan y las orientaciones ideológicas.

Idealizante:
Se fija en la parte más amable de la realidad, rehuyendo los aspectos más crudos o desagradables. Tiene una intención moralizadora que lleva a deformar, en algún caso, lo que desaprueban (lo moderno, la ciudad). Autores:
o Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)

Puede considerarse como punto de transición entre el Romanticismo y el Realismo.
Describe con más entusiasmo romántico que con precisión y objetividad realista.
Destaca por la gracia y amenidad de la narración y el colorido de las descripciones.
Obra: El sombrero de tres picos, El escándalo y otros relatos cortos.

o José María Pereda (1833-1906)

Sus primeras obras son cuadros de costumbres y, posteriormente, hace novelas de tesis
Defiende las ideas tradicionales, resultando anacrónico en sus planteamientos.
Se caracteriza por una acción lenta y monótona y por sus descripciones. Es el mejor paisajista de su generación, mostrando una naturaleza épica, cuyo aspecto grandioso describe con enérgicos rasgos. Obras: Sotileza, Peñas arriba.

Esteticista:
Parte del intrínseco valor artístico de la obra, sin servir a otros intereses (especialmente moralizadores).
Tiende a buscar la belleza, excluyendo lo feo y desagradable.
No copia la realidad, pero tampoco la deforma: se basa en la observación, los recuerdos y la experiencia.

o Juan Valera (1824-1905)

Su buen gusto, elegancia, liberalismo, escepticismo e ironía le alejan de cualquier compromiso ideológico.
Repudia los excesos románticos, pero también le molesta la literatura de tesis y el afán de exactitud realista.
Solo le interesa crear una obra de arte, de modo que trata la realidad con una leve estilización embellecedora.
Se centra en los temas amorosos, eludiendo el conflicto trágico.
Cuida especialmente el análisis de la psicología de los personajes.
Obras: Pepita Jiménez, Juanita la Larga.
Realista pura:
• Pretende mostrar la realidad del modo más objetivo posible, sin desdeñar ningún aspecto de ella.
• Autores destacados: Pérez Galdós y “Clarín”.
Naturalista:
• En sentido estricto, no se dio nunca en España, aunque influyó en algunos autores.


o Emilia Pardo Bazán (1851-1921)

• Defiende en un principio las ideas del Naturalismo, aunque posteriormente evoluciona a una novela de tipo espiritualista y simbólico.
• Obras: Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza.

o Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)

Ambienta sus novelas en su Valencia natal y alrededores.
Describe la vida de los pescadores y huertanos con gran brillantez de color y enorme fuerza plástica, y con enorme dureza.
Obras: Arroz y tartana, La barraca, Cañas y barro.


BENITO PÉREZ GALDÓS (1843-1920)
Nace en Las Palmas de Gran Canaria, aunque realiza sus estudios (Derecho) en Madrid, donde pasa el resto de su vida.
Participa en la política de la época (fue diputado dos veces), radicalizando sus posturas progresivamente. Desde muy joven se dedica a la literatura, debiéndose a él la renovación de la novela española. En su amplia producción literaria muestra los distintos enfoques que adopta la narrativa: realismo, naturalismo y espiritualismo. Además de la novela, también es importante su producción teatral.
Los Episodios Nacionales

Son 46 volúmenes, agrupados en cinco series:
1ª: Referida a la Guerra de la Independencia: Trafalgar (1873), Bailén, Zaragoza…
2ª: Trata de las luchas políticas entre absolutistas y liberales, hasta la muerte de Fernando VII: El equipaje del rey José, El terror de 1824.
3ª: Dedicada a la guerra carlista.
4ª: Desde la revolución del 48 hasta el destronamiento de Isabel II.
5ª: Hasta la restauración borbónica.

Ofrece una historia novelada del siglo XIX español.
Pasa de un tono épico de las primeras novelas a transmitir desengaño en las últimas con las intrigas políticas posteriores.
Historia y novela se entrecruzan con una técnica animada y realista, mostrando una imagen verosímil de la época en que se ambientan.

Las novelas de la primera época
En esta época está muy influido por la ideología krausista y se siente preocupado por las resonancias sociales del problema religioso.Resultado de su liberalismo anticlerical son las novelas de tesis en que la realidad queda excesivamente esquematizada. Opone el mundo liberal (partidario del progreso, el trabajo y el respeto) y el tradicional (intransigente, fanático, adicto a la Iglesia). Consiguientemente, según sus ideas los personajes son “buenos” o “malos”, sin reconciliación posible. Obras: Doña Perfecta (odioso personaje que causa la muerte de un ingeniero de amplios ideales), La familia de León Roch, Gloria (las diferencias religiosas separan a dos jóvenes que se aman), Marianela.

Las “Novelas españolas contemporáneas”
Abandona la defensa de una tesis para centrarse en la descripción de la sociedad española de la época, especialmente la madrileña. Adopta una técnica realista cercana al naturalismo, mostrándose como un gran observador de la realidad y creador de caracteres. Aparecen personajes de todas las clases sociales, pero sobre todo de la clase media, con sus virtudes y vicios. Esta sociedad le desilusiona, ya que no tiene ideales y es mediocre, incapaz de reformar la sociedad, como había pensado. Obras: Tormento, Fortunata y Jacinta, Tristana, Miau, la serie de Torquemada.

Las novelas espiritualistas
Pasa del materialismo anterior a centrarse en el espíritu, exaltando la justicia y el amor de los personajes sobre las mezquindades de la sociedad. Obras: Nazarín, Misericordia.

El teatro
Caracterizado por centrarse en lo psicológico, le falta dominio de la escena.
Algunas son adaptaciones de novelas suyas. Obras: Doña Perfecta, El abuelo, La de San Quintín, Electra.

El estilo de Galdós
No cuida especialmente la forma.
Su prosa resulta siempre expresiva, suelta y espontánea, cercana al habla cotidiana.
Describe certeramente la sociedad de su época: (personajes, preocupaciones, ideologías) y dota de gran vigor a las situaciones planteadas.
Le interesa más la ciudad que el paisaje natural.
Le importa mucho captar la esencia del alma de España, para regenerarla, y muestra gran interés por la condición humana.
Es el narrador realista por excelencia: aparecen todas las clases sociales, ideologías progresistas, narrador omnisciente, lenguaje cotidiano y habitual, mezcla de narración y diálogo…


LEOPOLDO ALAS, CLARÍN (1852-1901)
Nació en Zamora en 1852 y muere en Oviedo en 1901, donde había residido la mayor parte de su vida.
Fue catedrático de Derecho, pero destaca sobre todo en la literatura, como crítico y como narrador.
Como crítico se caracteriza por su acritud y su fina intuición para descubrir valores literarios.
Su tono es fuertemente liberal y sus comentarios son duros, agrios y satíricos.
Escribe numerosos artículos llamados Solos y Paliques. Como narrador, escribe dos novelas extensas (Su único hijo, La Regenta), varias novelas cortas (Pipá, Doña Berta) y cuentos (El gallo de Sócrates, ¡Adiós, Cordera!).

Estilo
Se inspira en la realidad, que intenta exponer objetivamente.
Utiliza una descripción detallista, pormenorizada, tanto para personajes como para el ambiente.
En los personajes describe minuciosamente su modo de pensar, su psicología.
En el ambiente, recrea lo que le rodea a él mismo (Oviedo y sus alrededores).
Emplea un lenguaje “natural, sencillo, expresivo y modesto”, adaptado a las características de cada personaje.
Busca denunciar los males y la hipocresía de la sociedad que le rodea.


La Regenta (1885)
Para muchos, es la segunda mejor novela de la literatura española, después de El Quijote.
Fue publicada en dos partes, cada una de 15 capítulos, que narran respectivamente, la primera, 3 días y, la segunda (más extensa) 3 años.
Argumento: (v. libro de texto).

Características:

Tiene gran importancia la caracterización psicológica de los personajes.
Su retrato moral lo hace por medio de los recuerdos del pasado, las dudas, deseos, frustraciones y ambiciones.
Son personajes en permanente conflicto personal y moral.
Describe con detalle a muchos personajes secundarios por su relación directa con la historia o para recrear el ambiente de Vetusta.
Hace una crónica de la ciudad (habitantes, costumbres, fiestas, calles…) y una fuerte crítica social, con un humor irónico y amargo.
Vetusta es un trasunto de la sociedad española de la época, dominada por los convencionalismos y el desdén por las innovaciones.
Todos los grupos sociales son caracterizados, reservando una especial dureza para la Iglesia y la aristocracia.


Estilo:

Se caracteriza por la perfección formal.
Adapta el ritmo narrativo a los acontecimientos que relata.
En la primera parte (3 días), abundan las descripciones minuciosas y los recuerdos del pasado.
En la segunda parte (3 años), la acción avanza a un ritmo mucho más rápido, incluso tiene anticipaciones que anuncian el desenlace.
Hay abundantes diálogos, monólogos y disertaciones del autor.

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